El Gobierno de Estados Unidos expresó su rechazo hacia la detención del exministro de Gobernación, Napoleón Barrientos, quien se resistió a reprimir las protestas y bloqueos de octubre de 2023 en contra de funcionarios del Ministerio Público (MP), incluyendo la fiscal general Consuelo Porras.
Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, comunicó la postura, manifestando: “Condenamos las recientes acciones de los actores antidemocráticos en Guatemala, incluida la detención hoy del exministro de Interior Napoleón Barrientos por defender el derecho a las manifestaciones pacíficas”.
Además, el alto funcionario estadounidense reafirmó que el presidente electo Bernardo Arévalo y la vicepresidenta electa Karin Herrera “asumirán el cargo el 14 de enero”.
La detención de Barrientos ha generado creciente preocupación a escala internacional a pocas horas de su detención, en un contexto político complejo para Guatemala previo a la toma de posesión de Arévalo como presidente en sustitución de Alejandro Giammattei.
We condemn the latest actions by anti-democratic actors in Guatemala, including today’s arrest of former Interior Minister Napoleón Barrientos for defending the right to peaceful protest. President-elect @BArevalodeLeon & VP-elect @KarinHerreraVP will take office January 14.
— Brian A. Nichols (@WHAAsstSecty) January 11, 2024
Al igual que el alto funcionario estadounidense, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, condenó la acción emprendida por la Fiscalía, que acusa al extitular de Gobernación por no haber cumplido una orden judicial emitida por la Corte de Constitucionalidad (CC) que ordenaba reprimir las manifestaciones y bloqueos en octubre de 2023.
Almagro se unió a la condena, enfatizando que la detención de Barrientos constituye un inaceptable uso de la autoridad y capacidades del MP, violentando el Estado de Derecho Democrático del país.
Desde agosto 2023, previo a las protestas, el Subsecretario del Departamento de Estado, Nichols, reafirmó que la administración de EE.UU. seguía de cerca los acontecimientos en Guatemala.
En ese entonces, cuando el MP accionó contra el partido Semilla y exfuncionarios de justicia, Nichols declaró: “Están tratando de obstaculizar la posibilidad de gobernar a Bernardo Arévalo y es inaceptable en un hemisferio donde valoramos la democracia”.
Según dijo Nichols en esa ocasión, se trata de una obstaculización de “fuerzas que están en contra de la democracia, fuerzas corruptas en el país” y concluyó diciendo: “francamente funcionarios del Ministerio Público”.
Barrientos enfrenta detención
El extitular del Interior fue cuestionado sobre si renunció para evitar un enfrentamiento, a lo que respondió que el Ministerio de Gobernación (Mingob) y el ministro forman parte del Organismo Ejecutivo y toman decisiones de manera colegiada.
“En este caso, fue para prevenir la violencia y evitar incendiar el país, pero estoy muy tranquilo. Desde el Ministerio de Gobernación hicimos lo que correspondía y enfrentaremos ahora lo que venga con entereza, firmeza y tranquilidad”, aseguró Barrientos.
Destacó que desde Gobernación se actuó conforme a la ley, dando instrucciones por escrito y verbalmente, reiterando que la actuación del Mingob se ajustó al marco legal.
Cuando se le preguntó sobre sus sentimientos ante su detención, Barrientos respondió: “Muy tranquilo, la verdad. Es incómodo y triste, pero soy un soldado acostumbrado al trato fuerte. Tendré que enfrentarlo ahora, con mucha tranquilidad y defenderme según lo permita la ley”.
Al ser consultado sobre si consideraba que las decisiones respecto a los bloqueos se tomaron para preservar vidas, Barrientos afirmó: “Por supuesto. Si hubiéramos actuado con violencia, podríamos haber incendiado el país en un marco de violencia imparable. La Policía fue muy prudente, las distintas áreas del ministerio hicieron recomendaciones pertinentes y creemos que actuamos correctamente”.
También se le preguntó al exministro si existieron presiones políticas para tomar decisiones, a lo que respondió que nunca hubo una presión política definida y que siempre actuaron desde Mingob conforme a la ley y a análisis para evitar que la situación empeorara.
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