El Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua) sigue sin ser una institución determinante para los guatemaltecos que son deportados y sus familias y menos para los que radican en el exterior campo donde, por mandato legal, no tiene acción.
Antes de que asumiera la actual administración de Gobierno, su inoperancia había llegado a tal punto que el excanciller Pedro Brolo había anunciado la clausura de la entidad a cambio de instituir un viceministerio de atención al migrante. Esta iniciativa que no cuajó, ni siquiera llegó a ser propuesta.
A pocos días de que terminara el año Conamigua, el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin) mostraba una ejecución del 52%, a pesar de que a mediados de año se le restó espacio presupuestario por Q18.2 millones. De no haber existido este movimiento, el porcentaje de gasto sería del 32%.
Del total de recursos que se gastó la institución —Q14.9 millones— el 70% se gastó en sueldos, prestaciones, dietas y gastos de representación, de acuerdo con el Sicoin, el 11% se fue en gastos para el funcionamiento de la institución como servicios básicos, arrendamientos, reparaciones y servicios técnicos profesionales.
El secretario ejecutivo de la institución, Raúl Berríos, respondió que la entrega de alimentos y el transporte de cuerpos de migrantes fallecidos en la ruta migratoria son algunas de las acciones que se ejecutaron este año en favor de los migrantes. Las partidas presupuestarias de alimentos y transporte, que es donde se incluirían estos gastos, representan solo el 9% —Q1.3 millones—.
Historia de disfuncionalidad
Desde su existencia, Conamigua se ha caracterizado por ser una institución con poca incidencia entre los migrantes y que consume una gran cantidad de recursos. Desde el 2009, cuando empezó a ejecutar a esta entidad le han asignado Q286.8 millones
De estos solo ha podido gastar el 40%, lo que demuestra la poca capacidad administrativa que han tenido las autoridades que la han dirigido. Además, desde su creación, no fue concebida como una unidad ejecutora, sino depende de un consejo que debe de aprobar todas las acciones a implementar.
En 2016, con la puesta en marcha del Código de Migración, muchas de las actividades que debería desarrollar Conamigua ya las hacen otras instituciones, como el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Instituto Nacional de Migración, la Procuraduría de los Derechos Humanos o la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia.
Esto ha ocasiona un sinfín de críticas hacia la institución, algunas que incluso sugieren que debe ser clausurada.
“Es una institución clientelar que no cumple con las funciones para la cual fue creada. Debería desaparecer, pero como son comisionados del Congreso, obedece a programas clientelares y a los intereses del oficialismo”, opinó el diputado Edgar Batres, integrante de la Comisión del Migrante del Congreso.
A la vez de calificar el desempeño de Conamigua de “pésimo”, Batres afirmó que su presencia “en el aeropuerto es nula y solo se limitan a otorgar un pan y un jugo y a veces, un bus a El Trébol si hay más de 25 personas, de lo contrario, no”.
“Su presencia en sedes departamentales es simbólica. No hay seguimiento ni atención a programas de retornados. Sin embargo, a pesar de su baja ejecución presupuestaria el oficialismo incremento el presupuesto para el 2023”, añadió el legislador.
El diputado Walter Félix, integrante de la misma Comisión, expuso que no solo Conamigua, sino todo el Estado tiene deficiencias en la ejecución puesto que, aunque el porcentaje de gasto sea elevado “hay grandes problemas que no se resuelven”. “El dinero se le da a las instituciones para que los ejecuten”, señaló.
Más críticas
En el exterior también abundan las críticas hacia Conamigua.
Roland Gramajo, líder migrante que radica en Houston, Texas, lamentó “nadie ha tenido la voluntad” de que Conamigua funcione. “Lo que sí hay es avaricia, corrupción y cero fiscalización, porque, ¿el dinero que no utiliza a dónde va a parar, quién lo fiscaliza?”, cuestionó.
El líder migrante dijo que Conamigua debe hacer alianzas con organizaciones de guatemaltecos en EE. UU. que siempre han mostrado disposición de ayudar al país, pero muchas veces no encuentran la forma de canalizar la cooperación.
Dijo que para las tormentas Eta e Iota muchas organizaciones querían enviar ayuda a los afectados y él intentó con funcionarios y varios diputados que le ayudaran a agilizar la recepción de un contenedor en Puerto Santo Tomás y nadie respondió.
Ejecución “histórica”
A pesar de que Conamigua tiene uno de los registros más bajos de ejecución presupuestaria y se ubica en la posición 86 de 90 instituciones descentralizadas que ejecutaron recursos en 2022, Berríos resalta que dicha ejecución es “la mejor de la historia”.
La ejecución “refleja el profesionalismo del equipo y el compromiso que se tiene con los migrantes”, expuso el funcionario.
Berríos enumero como “logros significativos” la entrega de alimentos y kits de higiene a los migrantes que son deportados, así como transporte, asesoría legal y psicológica que, asegura, se les proporcionó a ellos y a sus familias.
La asistencia, afirmó, también se extendió a los migrantes de otros países mientras cruzaban por territorio guatemalteco.
“Conamigua se encontraba en el último —lugar de las instituciones en cuanto a ejecución presupuestaria— y es un logro de reconocer, no mío sino del equipo de trabajo y del consejo nacional que ha tomado buenas decisiones”, resaltó Berríos.
Recordó que un proyecto de reformas a la Ley de Conamigua aún se discute en el Congreso, y considera que hay una “excelente voluntad del Congreso” para aprobarlas. Si esto ocurre se haría más eficiente el gasto de la institución “esperando que en 2023 logremos el 100 por ciento” de ejecución.
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