El hundimiento de la zona 6 de Villa Nueva el pasado 24 de septiembre recordó la necesidad de que el Estado, por medio de las 340 municipalidades, mantenga en un estado óptimo el sistema de drenajes y alcantarillados para evitar futuros desastres que provoquen pérdidas humanas y económicas.
Algunas obras de infraestructura que son indispensables para el buen funcionamiento de un municipio se deben hacer debajo de la tierra. Ello no permite que los alcaldes las puedan lucir ante las comunidades, aunque la necesidad de realizar estas inversiones se mantenga.
Este es el caso de los sistemas de drenajes y alcantarillados, los cuales a menudo no forman parte de las prioridades ni de la cartera de proyectos que presentan los jefes ediles cuando quieren ganarse el favor de la población.
No invertir en esta infraestructura conlleva graves riesgos a la seguridad de las personas, advierte Alejandro Maldonado, exsecretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred). Esto quedó evidenciado en el hundimiento de la zona 6 de Villa Nueva donde dos mujeres perdieron la vida al caer en el precipicio.
“Tiene que ser prioridad de todas las municipalidades la gestión de riesgo y eso incluye mantenimiento. En los sistemas de drenajes hay problemas que se pueden dar como la acumulación de gases inflamables y explosivos. Esto representa un riesgo. Si la ventilación y el sistema no tienen mantenimiento”, afirma Maldonado.
La metrópoli
Actualmente, no hay un consenso sobre los municipios que conforman el área metropolitana de Guatemala, aunque un estudio que realizó Agencia de Cooperación Internacional de Japón para la municipalidad de Guatemala incluye a la ciudad de Guatemala, Chinautla Amatitlán, Fraijanes, Mixco, San Miguel Petapa, San José Pinula, Santa Catarina Pinula, Villa Canales y Villa Nueva.
En estas ciudades, dado su crecimiento paulatino y la movilidad humana que hay, la necesidad de darle mantenimiento al sistema de drenajes y alcantarillados incrementa.
Según el Portal de Transparencia Presupuestaria del Ministerio de Finanzas (Minfin), la capital y estos municipios cuentan con un presupuesto de Q204 millones destinado a la conservación y mantenimiento de drenajes y alcantarillados. Sin embargo, a excepción de Amatitlán, a la fecha todos los municipios llevan una ejecución menor al 50 por ciento de estos recursos.
Estos fondos son parte del programa “Acceso al agua potable y saneamiento”, donde cada uno incluye actividades varias para la infraestructura subterránea.
Las comunas que más presupuesto destinan para ello son Santa Catarina Pinula, con Q44 millones; Mixco, con 43.7 millones y Guatemala, con Q35.7 millones. Sin embargo, el porcentaje de ejecución se encuentra entre el 28 y 35 por ciento.
Prensa Libre se comunicó con las comunas para consultarles las dificultades que hay para invertir estos recursos, pero no ofrecieron explicaciones al cierre de esta nota.
Juan Pablo Ligorría, ingeniero geofísico y consultor independiente, considera que las municipalidades, como mínimo, deben tener un mapeo preciso de dónde pasan los colectores, a qué profundidad y en qué estado se encuentran.
“Se debe hacer un inventario, no solo de la ubicación, sino del estado. Eso es lo primero, tenerlo registrado como un catastro de infraestructura y una revisión del estado de este”, afirma.
El Instituto Nacional de Fomento Municipal (Infom) facilita recursos a las municipalidades siempre y cuando cumplan con los requisitos que implica ese fomento financiero. Naturalmente, una municipalidad puede incurrir en opciones crediticias, como prestarle a un banco.
Sin embargo, para poder optar a este financiamiento, las municipalidades también deben demostrar tener capacidad de pago y para ello es necesario mejorar sus arbitrios por agua potable y saneamiento, lo cual muchas veces representa un reto, dice Ligorría.
“. Hay municipalidades que cobran Q3 al mes —por el servicio de agua— y ahí incluye el mantenimiento de drenajes”, afirma.
Además, es necesario que las corporaciones ediles cabildeen ante el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural para que se hagan reservas de capital e invertirlas.
“A veces los recursos públicos se invierten en carreteras, ornato y a veces en obra gris, pero —los drenajes y alcantarillados— son obra gris que como no se ve, no se prioriza”, explica el entrevistado.
Gerson López, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), afirma que la prestación de servicios básicos son una responsabilidad municipal y las comunas deben orientar sus recursos para estar preparados ante la llegada de cada invierno.
“Tenemos ahora algunos problemas. La red de drenajes ya no soporta el crecimiento moderno y necesitan ser reemplazados. Desde la Anam brindamos esa asesoría a municipios que así lo requieren. Se deben hacer nuevos análisis y nuevas propuestas para mejorar esos sistemas de red de drenajes en todo el país, el problema no es solo de ciudades sino abarca a cualquier municipio incluyendo a los de reciente creación”, afirma.
Asimismo, López considera que, aunque las obras se construyan bajo tierra no desmotiva a los alcaldes a invertir.
“Es parte de las obligaciones que por mandato legal tienen que cumplir los municipios, independiente si es fuera o dentro de tierra. Lo que genera a veces la molestia en el vecindario por cierres de calles”, afirma.
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